Caso de España y los efectos de sucesivas reformas laborales neo-liberales en ese país
Alejandro Corona Bahre
Señala Rosa Albina Garavito (2011),
“El carácter protector del derecho laboral es inmanente a su naturaleza de derecho social, y parte del reconocimiento de relaciones asimétricas entre capital y trabajo. Tiene su expresión en el artículo 123 Constitucional y el artículo 2º de la Ley Federal del Trabajo (LFT), que estipulan que las normas laborales tienden a conseguir el equilibrio y la justicia social en las relaciones entre trabajadores y patrones, (…) principio base que a diferencia del derecho privado, tiene pretensiones de estructuración social tutelada.”
Manuel Fuentes (2012) señala que la reforma propuesta el 1 de septiembre del año en curso por Felipe Calderón violentan esa relación tutelar y por lo tanto el artículo 2º de la LFT y la propia Constitución. El autor expone que la combinación de las reformas al 13,39 y 83 de la LFT produce este efecto, al menguar aún más la protección de los trabajadores frente al outsourcing, introducir contratos discontinuos y el salario por hora.
Esta tutela tiene el alcance microeconómico de proteger el salario familiar. Esto no le interesa al empresariado mexicano, que bajo presión competitiva propia de este sistema económico, aspira, con apoyo del gobierno federal, a tratar al empleado tal y como se trata de un recurso material: se usa y el bagazo que sobre, se desecha. Este primitivismo se extiende a una incomprensión de los efectos macroeconómicos de esta actitud, que perjudica a la propia clase empresarial sin que esta lo entienda. Básicamente, la reducción de ingresos por la
vía de contratos discontinuos y salarios por hora y la reducción de prestaciones (una forma de ingreso diferido) por outsourcing y los propios contratos discontinuos conducen a una baja de la demanda efectiva agregada por vía de la reducción en el consumo privado, que es o debe ser “uno de los componentes tradicionales de impulso al avance del Producto Interior Bruto” (Ruesga, 2012), y que es además expresión directa del bienestar de la población, si bien, como hemos comentado, ese punto no es del interés
de los empresarios y el gobierno federal. En pocas palabras de economista, lleva a la contracción de la demanda.
Esto, a su vez, lleva a una baja en la actividad empresarial, y por lo tanto a más desempleo (y la criminalidad que eso conlleva, más otros factores inestabilidad social), y no a más empleo, como pretende la iniciativa de ley de Calderón en su página 7. La misma no hará más que retro-alimentar la perversión de ahorrar en costos de producción, entiéndase salarios, de parte de los grupos empresariales, en vez de buscar, en todo caso, la competitividad por el lado de la innovación.
En el caso de España, como exponen diversos analistas (Casais Padilla, 2011 y 2012 b; Ruesga 2012; Navarro, Torres López y Garzón 2011), las sucesivas reformas laborales han tenido justamente ese efecto.
Figura 1. Fuente: Eurostat y elblogsalmon.com
reproducido por Casais Padilla, 2012 c, Lámina 47
En España, de 2010 a la fecha, en datos trimestrales anualizados,
Figura 2. Fuente: Instituto Nacional de Estadística, España
reproducido por Casais Padilla, 2012 c, Lámina 49
La baja de actividad trae consigo un creciente déficit fiscal gubernamental. O bien, se puede intentar compensar la misma vía crédito al consumo, lo que a su vez fácilmente puede generar una burbuja crediticia como la que se vivió en España, en la década pasada, seguida de una crisis financiera mayúscula que sigue hasta hoy, (Casais Padilla, 2012 b), con dicho país sumido en más desempleo que nunca y con una crisis de impagos (moratoria) amenazando.
Figura 3. Fuente: Banco de España,
reproducido por Casais Padilla, 2012 c, Lámina 53
Es significativo también el efecto sobre la participación salarial en el PIB español (en comparación con Alemania, en esta gráfica):
Figura 4. Fuente: Annual Macro Economic Data Base from the European Commission,
reproducido por Casais Padilla, 2012 c, Lámina 39
En el caso de México, con 30 años de políticas neo-liberales, que el sector empresarial nacional e internacional ambiciona seguir profundizando con esta reforma laboral, sin que eso signifique crecimiento para el país, sino incremento de la riqueza personal de grandes empresarios, la evolución de la distribución entre salarios y ganancias se ve así:
Figura 5. Fuente: Elaboración del autor, con datos del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, citados por La Jornada, 2010
(Los datos de 2010 son como siguen (fuente INEGI)
Otra gráfica interesante es la relación entre trabajadores sindicalizados y distribución del ingreso, en este caso en Estados Unidos. La relación inversa se intensifica con la llegada del neoliberalismo a ese país, en la década de los ochenta.
Figura 6. Fuente: Gordon, C., reproducida por Casais Padilla, 2012 a, p.16 |
Como agravante, el consumo de la clase empresarial enriquecida no compensa, de ningún modo, consumo popular perdido. Santos Ruesga (2012), señala que el traslado de recursos desde las retribuciones salariales a los rendimientos empresariales y de capital “significa que la disponibilidad de renta (ingreso personal) por el conjunto de los trabajadores disminuye en favor de aquellas otras que tienen una menor propensión marginal al consumo.” Esto es, que con su consumo, la clase adinerada estimula menos la economía nacional que las clases populares. Pueden, por ejemplo, gastar en consumo en el extranjero, en bienes suntuarios de importación, ahorrar e invertir en dólares o lo que es peor, dedicar el recurso a actividades financieras especulativas o el crimen organizado.
Volviendo a las reformas calderonista, debe alertarnos también la combinación de contratos a prueba y de capacitación, que encadenados generan hasta 7 meses de servicios sin costo de rescisión, después de los cual un empleado puede ser relevado por otro por otros 7 meses y así sucesivamente, sin mayor penalización para el empresario. De acuerdo a la experiencia española, la economía acaba dominada por este tipo de contratación. En ese país, “La temporalidad pasó a cronificarse y afectar a un tercio del mercado de trabajo” (Casais Padilla, 2011, p.42), reforzando aún más la precarización del empleo. Casais Padilla (2012 a) también señala como ejemplo el caso alemán, donde las legislaciones de este tipo precipitan inexorablemente la desaparición o disminución notoria del empleo fijo.
En resumen, las reformas estructurales impulsadas por los Estados Unidos, el empresariado mexicano e inspirados en parte por el fallido modelo español, consisten, al igual que en España y otros lugares, en “reducir el Estado de bienestar, recortar los derechos laborales, debilitar a los sindicatos, reducir los salarios y aumentar la explotación para, en definitiva, incrementar los beneficios de las clases empresariales” (Casais Padilla, 2011). Pende sobre nosotros, además, la amenaza de que la contracción del sector productivo para el consumo lleva a crisis financieras por varios conductos.
Debemos evitar que México se encamine al suicidio económico que, como caracteriza este autor (2011) el caso español, implica la reforma laboral y su golpe a la fuente natural de la actividad económica, que es el consumo, solo para complacer la visión empresarial cortoplacista que impulsa el calderonismo y también la reforma priista a la que, si la de Calderón es rechazada, habremos de enfrentarnos igualmente.
Agradezco las atenciones del Dr. Enrique Casais Padilla, Investigador del Departamento Economía Aplicada i de la Universidad Complutense de Madrid y profesor visitante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, para la preparación de este trabajo, así como la Lic. María de Jesús López Amador, Técnica Académica Titular B de la propia IIE.
El autor, Alejandro Corona Bahre, es licenciado en economía de la Universidad Iberoamericana y sindicalista de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, cursando actualmente la maestría en administración de la tecnología de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM.
Bibliografía
Casais Padilla, E. (2011), La respuesta a la crisis en la UE: España camino de su ‘década perdida’, en Revista Problemas del Desarrollo, 166 (42), julio-septiembre 2011, IIE, UNAM, México
_____________ (2012 a), Globalización neoliberal y mercados laborales: los casos de EE.UU., Alemania y España, texto en revisión
_____________ (2012 b), Entrevista realizada por Alejandro Corona B el 11 de septiembre de 2012, en el IIE, UNAM, México
_____________ (2012 c), Del ‘milagro económico’ al rescate: 20 años de contradicciones en España, presentación en Powerpoint fechada el 12 de septiembre de 2012, México
Fuentes Muñiz, M. (2012), Análisis de la iniciativa de Felipe Calderón de Reforma Laboral, presentación en Powerpoint fechada septiembre de 2012, México
Garavito Elías, R. A. (2011), Daños colaterales: prestaciones sociales y reforma laboral, ponencia presentada en el VI Seminario de economía del trabajo y la tecnología, Crisis Global y cambios en el mercado de trabajo, Noviembre de 2011, IIE, UNAM, Mexico
Navarro, Torres López y Garzón (2011), Hay alternativas: Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, Sequitur, ATTAC España, 2011, Madrid
Ruesga, S. (2012), Efectos macroeconómicos de la reciente reforma laboral en “Un mundo de relaciones laborales”, Blog de Augusto Plató, http://augustoplato.blogspot.mx
Zúniga, J.A., Cae a 29.2% la participación de salarios en el PIB, pero ganancias suben a 61.6%, nota publicada el 19 de octubre de 2010, La Jornada, México
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/19/economia/029n2eco