Entradas etiquetadas como ‘Lázaro Cárdenas’

Análisis de la (contra)reforma energética

Este texto sufrió ajustes importantes en el tema laboral y de subsidios el 13 de enero de 2013 y precisiones en el tema de libertad de políticas de contratación que asistirá a las nuevas empresas del Estado que sustituirán a las paraestatales, en el tema de despidos y otros, el 19 de enero de 2014.

Una nueva actualización se hizo el 29 de enero, precisando el significado del concepto «a su justo valor» y haciendo una corrección en el tema de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente.

Resumen ejecutivo.-

La reforma energética pone las bases para la desaparición parcial o total de Pemex, a conveniencia de los extranjeros y sus operadores nacionales.  Pemex perderá en 2 años o menos su condición de organismo público descentralizado y se convertirá en empresa productiva del Estado, pudiendo ser vendida o liquidada. Las actividades industriales serán cedidas a los privados en poco tiempo, Pemex conservará por un tiempo más una parte de las extractivas, principalmente por la figura de la asignación directa (aunque también pudiera trabajar bajo contrato como las transnacionales). Una diversidad de actividades administrativas será llevada por nuevas agencias gubernamentales. Los privados recibirán todas las facilidades del gobierno y del mismo Pemex. Recibirán insumos por debajo de su precio comercial y recontratarán parte del personal a mitad de sueldo o menos. Pemex estará perdiendo activos continuamente por la vía de la venta “a su justo valor”,  de las asociaciones o del desmantelamiento. Falta claridad respecto de la evolución futura de precios de energéticos, pero se estima subirán por el efecto combinado de una probable quita de subsidios y el poder de los oligopolios. Se menciona que los trabajadores serán atendidos en el ISSSTE. Habrá despidos masivos en diferentes momentos, a lo largo de varios años.

Agradecimientos.- a los incansables compañeros de la UNTyPP con quienes revisé este texto para su mejora. A diversos analistas del PRD, como Alejandro Encinas y Morena, como Claudia Sheinbaum, cuyos textos previos revisé con detenimiento.

Desarrollo.-

El día de la Guadalupana, 12 de diciembre de 2013, se aprobó a nivel federal la reforma energética. El día 14 se dio su aprobación a nivel estatal. El marco legal para el desmantelamiento de la industria petrolera nacional se hizo realidad, como habíamos anunciado. Pemex perderá a más tardar en dos años su condición de organismo público descentralizado y se convertirá en empresa productiva del Estado (transitorio tercero del “Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de energía”). Las empresas tendrán libertad en sus políticas de contratación (según transitorio vigésimo fracción II), pudiendo por ejemplo pagar menos que ahora al personal de base, dependiendo esto último del poder de negociación que aún conserve el STPRM y más a los altos funcionarios y la empresa podrá ser vendida o liquidada con mayor facilidad en algunos años más, si así lo decidiera el gobierno mexicano. El transitorio segundo dice que los derechos laborales de los trabajadores se respetarán: eso quiere decir que las liquidaciones serán conforme a ley y posiblemente, que el derecho a organizarse se respetará, al menos en términos de la supervivencia del STRPM. No queda claro que sucederá en la práctica con tales derechos cuando se de la transición a empresas productivas del Estado.

La exploración y extracción de crudo se hará a través como de privados e inicialmente también a través de Pemex (Artículo 27 constitucional). Habrá para los privados y teóricamente para Pemex licencias con todas las características de una concesión excepto el acreditamiento de reservas, así como contratos de producción y de utilidad compartida, y de servicios (transitorio cuarto, segundo párrafo). Con las primeras dos figuras, el estado mexicano renuncia a la opción de tomar decisiones soberanas eficaces en materia de venta de crudo y con ello, también de montos de crudo a refinar. El futuro régimen fiscal de Pemex aún está por determinarse en la legislación secundaria, pero una posibilidad es que con respecto de asignaciones se mantenga el esquema vigente y que con respecto de contratos, enfrente las mismas condiciones que las transnacionales. Fluvio Ruíz,  consejero profesional de Pemex, opina que no hay alivio para la empresa en la nueva propuesta, según se puede ver picando aquí.

En la exposición de motivos de la reforma, la autonomía técnica y de gestión de Pemex quedan condicionadas a que la conversión administrativa se concluya en todos sus detalles regulatorios (séptimo párrafo de la sección Transición de organismos a empresas productivas del Estado.  La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que será ahora el órgano más importante de la Sener, tendrá autonomía operativa, funcional y de gestión (transitorio décimo segundo). La CNH hará las licitaciones, firmará contratos, supervisará áreas contratadas y podrá ordenar la suspensión, clausura o desmantelamiento de instalaciones (transitorio décimo inciso b). Mientras exista, Pemex podrá hacer su propia subcontratación, pero si las hace como contratista del Estado, las correspondientes licitaciones también correrán por cuenta de la CNH (transitorio sexto párrafo nueve). Por otra parte, la CNH tendrá el resguardo de la información geológica y geofísica (transitorio décimo inciso b). Los estudios se hacen por contratistas y hoy día el control es de Pemex Exploración y Producción. La idea es que CNH ponga  a disposición de cualquier empresa la información. Preocupa que por vía de la corrupción solo comparta la información con ciertos actores. Además la intención de hacer depender la CNH únicamente de contribuciones y aprovechamientos (transitorio décimo segundo) es receta para desastre. La CNH necesitaría recursos en gran cantidad para cumplir con su propósito estratégico. Una vez más, se profundiza el antinacional esquema neoliberal de no dotar a los órganos de gobierno con recursos adecuados para su operación. Es decir, se engaña a la población cuando se dice que el gobierno controlará a las empresas transnacionales.

La Secretaría de Energía será directamente responsable de la adjudicación formal de las áreas de explotación (“asignaciones”) a Pemex (transitorio décimo inciso a). Sener también diseñará aspectos técnicos de contratos y procesos de licitación. Hacienda establecerá sus condiciones económicas (transitorio décimo inciso d). La exposición de motivos señala que “la variable de decisión (para determinar un ganador) es el porcentaje de utilidades que recibirá el contratista.” (p.212 de la versión dictaminada por comisiones del Senado, del Decreto de reforma energética) Esto seguramente se verá reflejado en la legislación secundaria. Podemos esperar colusión entre las empresas para arrancar a su favor los porcentajes más altos posibles y la única defensa, en caso de que el gobierno le quede una gota de inteligencia, será el aspecto fiscal y seguirse para ello apoyando en lo que es hoy en día Pemex Exploración y Producción. Otra forma de corrupción sería que el licitador ya tenga acuerdo previo con uno de los concursantes. Por otra parte, en la UNTyPP creemos que este esquema no es el más importante, sino el de las licencias, que estimamos podrán ser otorgadas a petición directa de la transnacional.

Pemex, por el momento, podrá conservar los lotes con los que cuenta hoy en día (transitorio sexto inciso b), por la vía de otro mecanismo, la llamada asignación directa (mecanismo que ya existía antes de la reforma). Sin embargo, esto está sujeto a que entregue reportes técnicos y financieros a la CNH, la que podrá decidir si Pemex conserva el área o se “regresa al estado” (para su posterior entrega a privados). Consideramos que por razones fiscales, en el caso de la extracción de crudo, Pemex conservará sus campos más tiempo que en el caso del gas. En Burgos por ejemplo, ya todos los lotes tienen dueño previsto. Por supuesto, el lobby de las transnacionales y el entreguismo de los tomadores de decisiones mexicanos con todo y la barrera fiscal, que se detalla más abajo, será incesante. Tendremos a Pemex con el papel de una cenicienta al servicio de las transnacionales, haciéndoles trabajos (pues esta es una práctica común ya hoy día en Pemex) y cediendo activos a  ”su justo valor económico” cuando la actividad de un privado lo requiera, como se especifica en el párrafo séptimo del transitorio sexto.

Mientras que a Pemex se le desmantela, a los privados se les permite asentar en sus estados contables los contratos correspondientes y sus beneficios esperados. Acerca del polémico tema del acreditamiento contable de reservas, si bien la exposición de motivos señala que “en los contratos de producción compartida, las empresas pueden registrar como activos para efectos contables, las reservas de crudo”, en transitorios (quinto) no hay mención de ello. Esta contradicción se puede interpretar como el resultado de una pugna de última hora entre PRI y PAN.

Ya comentamos detalles  de la CNH, pero varias otras instancias del gobierno federal tendrán nuevas funciones que se le quitarán a Pemex. Tal es el caso de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que además de tener la supervisión de la distribución de gas y de electricidad, ahora tendrá la del crudo: otorgamiento de permisos para el almacenamiento, y la regulación del transporte y la distribución por ductos, del acceso de terceros a los mismos y de la venta del producto (transitorio décimo inciso c). Tanto CNH como CRE, instancias que ya existían, quedan ahora establecidas a nivel constitucional, en el artículo 28 párrafo octavo.

En el tema del gas natural, se le asigna a un nuevo Centro Nacional de Control de Gas Natural (CNCG) , entidad paraestatal con personalidad jurídica y patrimonio propio, la tarea de la adquisición y administración de la infraestructura para el transporte por ducto y almacenamiento del gas (transitorio décimo sexto a). Pemex Gas y Petroquímica Básica le cederá de inmediato todos sus contratos. Así, PGPB cederá actividades al CRE y al CNCG, cederá muy pronto sus ductos, conservará únicamente separación y compresión del gas (para la posterior probable venta de las correspondientes instalaciones) y será de los organismos más debilitados de forma inmediata. Se comenta que mucho personal de PGPB irá a dar a lo que es aún Pemex Refinación.

Con la reforma al artículo 28 constitucional, el Estado mexicano renuncia a garantizar el suministro de combustibles necesario para la actividad económica del país, sometiendo a esta a las veleidades del mercado oligopólico y a decisiones tomadas en Estados Unidos. Aunque la actividad de Pemex en el ramo industrial no queda prohibida, no hay en las reformas previsión de que Pemex conserve o reciba recursos para evitar que pierda su papel de industrializadora de crudo, pues queda excluida del mencionado 28 como actividad estratégica. La intención privatizadora se cumplirá y las refinerías, petroquímicas, compresoras y ductos serán vendidas o Pemex entrará en asociaciones con los privados. El otorgamiento de permisos para estas actividades correrá por cuenta de la Secretaría de Energía (Sener), según indica el transitorio décimo inciso a). Una parte de productos se dejarán de fabricar por completo, como ya ocurrió en la petroquímica, empeorando la balanza comercial del país debido a la consecuente necesidad de importaciones. Por supuesto, esto irá acompañado de despidos masivos de técnicos y profesionistas y de personal de base. Si se llega hasta un 40% del personal de Pemex, como dicen algunos, dependerá de la capacidad de reacción del STPRM. Prevemos que como en el caso de Pajaritos y de la industria eléctrica, las empresas privadas recibirán todas las facilidades del gobierno y del mismo Pemex para su mayor rentabilidad posible. Esas facilidades incluirán venta de insumo (en este caso el crudo o el gas) debajo de su precio comercial, alguna recontratación de personal pero a mitad de sueldo, si acaso y la libertad de cobrar gasolinas más caras para el consumidor.

Pemex estará perdiendo activos continuamente por la vía de la venta “a su justo valor”, de las asociaciones o del desmantelamiento. «A su justo valor» significa para muchas instalaciones valor cero, dada la política de precios internos seguida por la empresa, que forza la aparición de pérdidas contables. Lo interior, independientemente que el valor de construcción de cualquiera de esas instalaciones de miles de millones de dólares.

El aspecto ambiental de la actividad petrolera, donde las transnacionales se han caracterizado por ser altamente depredadoras, dependerá de una Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos dependiente de SEMARNAT (transitorio decimonoveno). Entre sus tareas estará supervisar desde el punto de vista ambiental el desmantelamiento y abandono de instalaciones petroleras.

El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo recibirá las utilidades que correspondan a México por la actividad petrolera a través de contratos (artículo 27 constitucional, párrafo 8 y transitorio décimo cuarto). El fiduciario será el Banco de México, pero la SHCP presidirá el Fondo. El uso de los recursos está etiquetado para ser canalizado en forma descendente al presupuesto federal, fondos de estabilización ya existentes, títulos de gobierno, pensiones, ciencia y tecnología, becas y proyectos, pero no se espera sea significativo, dado que las petroleras impondrán sus condiciones en materia fiscal y contractual. Se trata de una simulación este esquema con el que supuestamente llegarían recursos para el desarrollo del país. Sin embargo, en un arranque de sentido común por parte de quienes diseñaron la reforma, la contribución de la actividad petrolera al presupuesto federal se deberá mantener en 4.7% del PIB (transitorio décimo cuarto párrafo cuarto). Se entiende que Pemex, con su contribución fiscal convencional bajo la figura de asignaciones, seguirá siendo variable de ajuste, por lo que su futuro dependerá menos de los criterios de la CNH que del éxito de los privados en su extracción.

El Corporativo, en esencia, quedará antes de que acabe el sexenio reducido a temas de relaciones laborales y pago de trabajadores, actividad litigiosa de la Gerencia Jurídica, su administración interna y claro, la administración de la deuda externa de Pemex, así como las actividades de tesorería e informática que de lo anterior y que de su pago de impuestos se deriven. Pierde la actividad de contratos y parte de sus actividades de tesorería. Aquí al igual que en otras áreas de Pemex, esperamos despidos masivos. Sin embargo, es probable que siga, mientras exista, en sus especulaciones con Repsol, astilleros de Galicia y otros negocios privados que se le vayan ocurriendo al director general o de finanzas, no relacionadas con el objeto de la empresa.

La diversidad de instancias a cargo de la actividad petrolera teóricamente podrían significar mayor transparencia y control mutuo en la toma de decisiones, pero a la vez significa que cada instancia, más débil que el Pemex integrado de hoy día, tenga que lidiar con poderosas transnacionales por separado.

El transitorio séptimo habla de promover cadenas productivas y contenidos nacionales, pero como el mismo texto señala, esto está sujeto a los tratados de libre comercio, con lo cual esta intención declarada es un engaño.

El transitorio octavo es grave porque subordina la propiedad ejidal y comunal a las necesidades de las petroleras. Repite el tan dañino criterio aplicado para la minería, cuestionado ampliamente por ONGs y legisladores y entra en contradicción directo con lo que al respecto de estas formas de propiedad dice el 27 constitucional. Es cierto que desde siempre la actividad petrolera había tenido preferencia, pero desde 1938, no para los extranjeros, sino para la empresa mexicana.

El transitorio décimo primero de la versión de la reforma entregada al Senado para su aprobación indicaba que desaparecerían los subsidios en los energéticos. En combinación con el poder oligopólico de las transnacionales y las tendencias de escasez de energéticos a nivel mundial, estos no bajarían sino subirían de precio. Aunque el  transitorio mencionado en la versión que finalmente se publicó en el Diario Oficial de la Federación ya no hace mención alguna en el tema de subsidios, indicando que el gobierno midió el costo político de incumplir las promesas de baja de los energéticos, a la larga una baja, incluso con más subsidios, para «cumplirle a la población» dificilmente podrá sostenersedebido a los otros que aquí mencionamos.

El transitorio noveno habla de transparencia en la actividad petrolera y su aplicación a rajatabla deberá ser defendida por la izquierda a como de lugar, en tanto se revierta esta reforma.

Un transitorio vigésimo primero habla de prevención y castigo de corrupción en personas privadas, servidores públicos incluyendo consejeros y personal en la toma de decisiones relacionadas con la actividad petrolera. Sin embargo, con el corrupto sistema de justicia mexicano, la toma de control de la industria petrolera mexicana tendrá como única contención probable, por un tiempo, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mientras ésta seguirá presionando a los legisladores para reducir el gasto público y empujar la privatización de los servicios públicos para la población mexicana.

En lo laboral, sale el sindicato del Consejo de Administración de Pemex (transitorio vigésimo fracción IV) . Como ya se dijo, los empleados se contratarán bajo «un régimen especial de contratación para la obtención de los mejores resultados de sus actividades» (vigésimo, fracción III). Eso podría implicar penalización salarial en los empleados de nivel bajo y más recompensa salarial a los de nivel alto, tratando de retener el capital intelectual de la empresa o abusando a favor de hijos de políticos. Al parecer, sin embargo, el STPRM se anota un éxito momentáneo pues hay una relación directa entre los anuncios de despido de trabajadores por outsourcing previstos para el 23 de diciembre de 2013  y el convenio administrativo sindical N°  10717/2013 del 29 de julio. Esto podría suponer que algunos sectores de trabajadores de Pemex volverán a ocuparse de Pemex en vez de estar en un cuasi ocio, al que llegaron desplazados por el outsourcing (una política destinada originalmente a debilitar el sindicato). Con ello se disminuiría  el número de despidos de trabajadores de base. Si es así, esto implicará que muchos se tengan que cambiar de ciudad. Sin embargo, otros analistas piensan que las empresas de outsourcing serán recontratadas posteriormente. Finalmente, es importante anotar que al quedar fuera del Consejo, el sindicato pierde poder. De hecho el convenio 10717 podría ser revertido pronto.  Asimismo, lo que implica el ya mencionado transitorio 20 fracción III es que o bien el contrato colectivo de trabajo de los petroleros quedará sin efecto, o bien se le impondrá a los trabajadores fuertes modificaciones al mismo.

En cuanto al sistema de pensiones de Pemex, no hay mención directa. Únicamente en el transitorio décimo cuarto inciso 5 a) hay mención de un sistema universal de pensiones financiado por el Fondo Mexicano del Petróleo. Lo que se ha confirmado por dos fuentes independientes es que amenazan con pasar a los trabajadores de Pemex al ISSSTE a partir de 2015.

Conclusiones.-La reforma rebasa cualquier previsión de quienes analizaron lo que podría venir. Sin duda los efectos negativos de la misma ameritan la movilización del Pueblo hasta que sea derogada.

Llamado de la UNTyPP a la unidad en la acción contra la reforma energética

UNION NACIONAL DE TECNICOS Y PROFESIONISTAS PETROLEROS

(UNTyPP)

Registro STPS: 5878

AL PUEBLO DE MEXICO

A LOS SINDICATOS, EDUCATIVOS, INDUSTRIALES Y SIMILARES

A LAS ORGANIZACIONES CIVILES

A LAS AMAS DE CASA

A LOS ESTUDIANTES

A LOS NO ORGANIZADOS

A LOS INTELECTUALES

A LOS LUCHADORES SOCIALES

 

“Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo, piensa ¡oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio”.

Ante la inminente aprobación de las contra-reformas de nuestra Carta Magna por los vende-patrias enquistados en las Cámaras de Diputados y de Senadores, afines a la privatización de la educación y de nuestra industria petrolera y eléctrica, así como la desaparición histórica de derechos laborales y sociales consagradas en la Ley Federal del Trabajo y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismos conquistados a sangre y fuego en la Revolución Mexicana y durante la Expropiación Petrolera,  tenemos derecho a manifestarnos y defender, lo que nuestros padres, abuelos y bisabuelos aportaron, tanto dinero como sus pertenencias, para expropiar nuestro petróleo a los extranjeros. Ciudadanos mexicanos, llegó nuevamente el momento de defender nuestro patrimonio y,

DADAS LA CIRCUNSTANCIAS QUE ESTAMOS VIVIENDO, CONVOCAMOS A LA UNIDAD EN LAS ACCIONES CONTRA LAS REFORMAS A NUESTRA CONSTITUCION

La UNTyPP (Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros) es una organización sindical independiente de profesionistas activos de Petróleos Mexicanos reprimidos por el Estado Mexicano corrupto, por organizarnos como Técnicos y Profesionistas Petroleros y defender nuestra industria, por lo que, a pesar de haber logrado en el 2009 el registro sindical No. 5878 y su correspondiente Toma de Nota ante la STPS, han expulsado a más de 50 de nuestros directivos y militantes nacionales –sin goce de salarios y servicios médicos- de Petróleos Mexicanos.

A últimas fechas, a raíz de estar participando en las manifestaciones contra la privatización de las plantas Petroquímicas de Pajaritos, Ver., conjuntamente con los trabajadores de base del STPRM y pobladores de la región sur de Veracruz, el actual gobierno de Enrique Peña Nieto a través del Director de Pemex Emilio Lozoya Austin y el Director Corporativo de Administración de Pemex, nos han querido chantajear ofreciéndonos algunas reinstalaciones de nuestros despedidos a cambio de mantenernos ajenos al proceso de privatización petrolera, que se promueve so pretexto de modernización y falta de recursos. Conscientes de que las medidas privatizadoras, por desclasificar a Pemex como industria estratégica nacional y atentar contra la soberanía nacional, ponen en riesgo el futuro de nuestro país y, consecuentes con nuestra Declaración de Principios, manifestamos nuestro repudio al juego de intereses y al sistema de represión laboral y sindical que prevalece en el interior de Pemex. Asimismo, declaramos que “preferimos mil veces seguir despedidos que aceptar una traición a la patria” y ratificamos que con la facultad que nos otorga la Ley, interpondremos un Amparo Constitucional contra dicha iniciativa, por lo que los convocamos de inmediato a la UNIDAD de causas frente al neoliberalismo.

Por lo antes expuesto, llamamos al apoyo inmediato a la lucha magisterial de la CNTE, a la defensa de Pemex, a la defensa de la generación de Energía Eléctrica, al rechazo al incremento de impuesto a medicinas y alimentos, a levantar la cuasi-exención de impuestos al gran empresariado y a repudiar la contra-reforma de nuestra ley laboral.

¡¡POR UNA INDUSTRIA PETROLERA INTEGRADA Y NACIONAL AL SERVICIO DE LA PATRIA!!

México, D.F. a 28 de agosto del 2013

Atentamente,

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

http://www.untypp.org.mx                  @untypp                   untypp@gmail.com
FB: UNTyPP

¿Dijo Lázaro Cárdenas lo que dijo Peña Nieto que dijo?

Hola,

para efectos de mi trabajo, el día en que se publicó la infausta iniciativa de Peña Nieto ,12 de agosto de 2013, hice un análisis de reformas constitucionales y leyes secundarias de la época, determinando que Peña y su equipo hablaban, como suele ser entre políticos, a medias verdades para armar una tomada de pelo completa. Pero no puse por escrito lo revisado, sino hice un breve reporte para otros fines.

Sin embargo, analistas más responsables que un servidor hicieron lo propio y publicaron sendos artículos que desmontan la escenografía del Sr. Peña. Asimismo, Cuauhtemoc Cárdenas, seguramente enterado de por donde venía el golpe, había publicado apenas unos días antes un artículo con una carta de su padre a Jesus Reyes Heroles, el viejo, el de los tamaños.

Esos tres artículos me parece que dan una imagen completa del tamaño del engaño mediático que se quiso hacer con la figura del presidente Cárdenas. Hay que decir que el PRI ya no ha insistido en esa parte de su fraude al pueblo, pero conviene dejar concentrados en un solo lugar estos documentos. Aprovecho para agradecer a Alfonso Díaz Reyes, que me hizo llegar dos de ellos.

—————————————————–

INSULTO PALABRA POR PALABRA

13 agosto, 2013 · de observatoriodehistoria

por Halina Gutiérrez Mariscal, Luis Fernando Granados y Fernando Pérez Montesinos *

Que quieran privatizar la industria de los hidrocarburos es una cosa. Hace tiempo que es evidente para quien quiera ver y escuchar las palabras de los ideólogos del régimen que reforma es un eufemismo para decir “privatización”. Pero que mientan para convencernos de su propósito es un asunto enteramente distinto, pues la mentira es un insulto a nuestra inteligencia. Un insulto. Quizá lo único bueno es que la mentira también ha revelado una vez más la insuficiencia del argumento privatizador y hace manifiesta una actitud culposa por parte de sus abogados.

Ayer, a la hora de presentar su “reforma energética”, Enrique Peña Nieto mintió con todos los dientes. No es que haya dicho una verdad a medias o que haya interpretado los hechos según su interés político. No. Simple y sencillamente intentó engañarnos. Al menos respecto de un punto que él mismo considera importante. Para curarse en salud de la acusación de ser contrario al espíritu cardenista, en su discurso dijo que su propuesta de reforma constitucional “retoma palabra por palabra el artículo 27 del general Lázaro Cárdenas” (aquí está el discurso completo). Esto es falso. Falso de toda falsedad. Porque no existe tal cosa como el artículo 27 “de” Lázaro Cárdenas. Y porque en ningún momento en la segunda mitad de los años treinta la constitución contempló el tipo de contratos que Enrique Peña Nieto acaba de proponer.

Entre 1934 y 1940, el artículo 27 de la constitución fue reformado una sola vez: al año siguiente de la expropiación petrolera (al menos de acuerdo con este estudio de  la Cámara de Diputados). Obviamente, esa reforma es la única con la que podría relacionarse la afirmación de Peña Nieto. Ocurre, sin embargo, que la reforma de noviembre de 1939 —que no obstante entró en vigor apenas en noviembre de 1940— sólo se propuso suprimir el régimen de concesiones, hasta entonces el mecanismo preferido para regular la relación entre la ley y el orden económico existente (aquélla afirmando que todos los recursos naturales son propiedad de la nación, éste impulsando la commodification de las relaciones sociales). Ni la iniciativa de Cárdenas ni el texto constitucional reformado hablan de contratos (aquí el texto de la iniciativa y aquí el decreto). Ni una palabra. Al contrario, lo que entonces se estableció es que

Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, no se expedirán concesiones y la ley reglamentaria respectiva determinará la forma en que la nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos.

Con todo, Enrique Peña Nieto no es un mitómano vulgar. Su mentira no es mera fabulación, sino alteración interesada de los hechos. Empíricamente, consiste en “elevar a rango constitucional” una de las disposiciones de la ley reglamentaria del artículo 27, aprobada por el congreso en noviembre de 1940, semanas antes de que Cárdenas dejara la presidencia. En efecto, el artículo 7 de esa ley contempló la posibilidad de

[…] establecer contratos con los particulares, a fin que estos lleven a cabo, por cuenta del gobierno federal, los trabajos de exploración y explotación, ya sea mediante compensaciones en efectivo o equivalentes a un porcentaje de los productos que se obtengan [aquí está el documento].

Como el viraje antiestatista de la ley se corresponde con la extraña manera en que Cárdenas terminó su mandato —cediendo a la presión de la derecha dentro y fuera del gobierno para garantizar la continuidad del régimen—, simbólicamente el engaño se basa en suponer que la política cardenista fue siempre la misma y que fue además de una coherencia absoluta; como si Peña Nieto sólo fuera capaz de percibir al señor cuyo retrato aparecía en los billetes de 10 mil pesos.

Con todo, en la invocación fraudulenta del Cárdenas del 18 de marzo cabe ver una suerte de derrota cultural de quienes, como Peña Nieto, llevan años insistiendo en que el único modo de solucionar la crisis de la industria petrolera es abrirla al mercado (lo mismo da si mucho o poquito). Porque, por supuesto, la premisa del engaño, el elemento que la hace posible, es una convicción social, recogida incluso por las encuestas de opinión, acerca del sentido de la expropiación petrolera y la creación de Pemex, que hasta ahora parece no haber sido afectada por la propaganda gubernamental. En ese sentido, la mentira clara y distinta de Peña Nieto no es más que una nueva evidencia de que el petróleo es de todos no por obra y gracia de un general michoacano sino por la voluntad de millones de personas —millones que ayer fuimos insultadas por el presidente de la república.

—————————————————–

¿PALABRA POR PALABRA?

19 agosto, 2013 · de observatoriodehistoria · ·

por Bernardo Ibarrola *

“Lo que busca la reforma energética es que el artículo 27 de la constitución vuelva a decir lo que el presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra”, dice la propaganda gubernamental actual. Si esto fuera cierto, al ejecutivo federal le bastaría con enviar una propuesta para que el actual artículo 27 constitucional volviera a decir, palabra por palabra, lo que decía tras la reforma de 1940, cosa que sería, a ojos vistas, una completa insensatez.

Contundente apoyo ciudadano a la reforma de 1938. ¿Podría el actual

gobierno ufanarse de tal apoyo a su propuesta de reforma?

Lo que en realidad están haciendo los publicistas de la presidencia es usar una maña elemental, vieja como la escritura de la historia: encontrar en algún documento del pasado la frase que les conviene para los proyectos del presente y utilizarla como slogan. Descontextualizan y anacronizan, lo que pone en evidencia su ignorancia o su mala voluntad, o ambas cosas.

La “Ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia de petróleo”, publicada en el Diario Oficial el 9 de noviembre de 1940 —cuya liga está cada vez más escondida en el sitio de presidencia— establece que

Los contratos de que hablan los artículos anteriores, solo podrán celebrarse con nacionales o con sociedades constituidas íntegramente por mexicanos. No podrán concertarse en ningún caso con sociedades anónimas que emitan acciones al portador.

¿El actual proyecto de presidencia también pretende recuperar esta parte de la ley cardenista? Si es así, entonces ningún particular extranjero ni ninguna sociedad mexicana que cotice en alguna bolsa —para cotizar en bolsa hay que emitir acciones— podrá participar en la industria petrolera. Fuera del nuevo negocio quedarían Exxon, Shell, Total y la Tabasco Oil Company, recién adquirida por Carlos Slim a través del grupo Carso, que participa en la bolsa desde hace mucho tiempo. ¿Palabra por palabra o sólo las palabras que les convienen?

Un simple vistazo a los documentos básicos del asunto petrolero en tiempos de Cárdenas nos sugiere —si se leen con atención y algo de honestidad— que hace 75 años la verdadera disyuntiva era entre intereses privados e intereses públicos. Dijo el presidente Cárdenas en su “Manifiesto a la nación” el 18 de marzo de 1938:

Se ha dicho hasta el cansancio que la industria petrolera ha traído al país cuantiosos capitales para su fomento y desarrollo. Esta afirmación es exagerada. Las compañías petroleras han gozado durante muchos años, los más de su existencia, de grandes privilegios para su desarrollo y expansión; de franquicias aduanales; de exenciones fiscales y de prerrogativas innumerables, y cuyos factores de privilegio unidos a la prodigiosa potencialidad de los mantos petrolíferos que la nación les concesionó, muchas veces contra su voluntad y contra el derecho público, significan casi la totalidad del verdadero capital de que se habla.

Riqueza potencial de la Nación, trabajo nativo pagado con exiguos salarios; exención de impuestos; privilegios económicos y tolerancia gubernamental, son los factores del auge de la industria petrolera en México.

Examinemos la obra social de las empresas: ¿en cuántos de los pueblos cercanos a las explotaciones petroleras hay un hospital, o una escuela, o un centro social, o una obra de aprovisionamiento o saneamiento de agua, o un campo deportivo, o una planta de luz, aunque fuera a base de los muchos millones de metros cúbicos del gas que desperdician las explotaciones?

¿En cuál centro de actividad petrolífera, en cambio, no existe una policía privada destinada a salvaguardar intereses particulares, egoístas y alguna vez ilegales?

Unos meses más tarde, en la “Exposición de motivos” de la iniciativa de ley para modificar el artículo 27, Cárdenas explicaba con menos apasionamiento y más precisión

Una vez que la nación ha tomado a su cargo directamente el control de las explotaciones en forma tal que no sólo podrá atender las necesidades del país, sino en su mayor parte las de nuestro comercio exterior del petróleo, no se ve el motivo para permitir que continúen formándose y vigorizándose intereses privados que es de presumirse que llegarán a ser, si no antagónicos, a lo menos distintos de los intereses generales, cuya tutela procurará el Gobierno con todo empeño y energía.

Eso dijo Lázaro Cárdenas: en lo que respecta a la industria petrolera, los intereses privados llegan a ser distintos o antagónicos a los intereses generales, y no se ve motivo para que “continúen formándose y vigorizándose”. Eso dijo. Palabra por palabra, como se puede ver en el sitio de la Presidencia de la República.

—————————————————–

El primer artículo hace mención del viraje a la derecha de Cárdenas en el último momento de su gobierno. También se alega por Peñistas que su apoyo a cierto tipo de ayuda extranjera (acotada como ya vimos, de  una manera que EPN no hace) fue por razones prácticas. Sin embargo, esa «ayuda» sería en realidad un robo, como describe el propio Lázaro en la carta que a continuación presenta Cuauhtemoc y la reacción de Lázaro ante esto y las medidas tomadas por Ruiz Cortines y otros siguió siendo de un nacionalismo que se perdió con la llegada de los egresados de Harvard y Yale al poder y que ahora Peña pretendió burdamente a la vez escamotear y secuestrar.

—————————————————–

Lázaro Cárdenas y la reforma energética
Cuauhtémoc Cárdenas

Estamos a unos días, por no decir a unas horas, de que se anuncie la propuesta del gobierno de la República sobre las reformas en materia energética. En los últimos días, desde el lado oficial se han multiplicado las expresiones que la reforma, que ya pronto se dará a conocer, se corresponde con los cambios introducidos en la legislación petrolera a raíz de la expropiación, esto es, en los últimos meses de la administración de Lázaro Cárdenas en 1940.

El pensamiento y las posiciones de Lázaro Cárdenas en materia de política petrolera, como en otros temas que tuvo siempre presentes (la reforma agraria, la libertad de los presos políticos, la defensa de la soberanía y la autodeterminación, y la paz) no fueron estáticos de diciembre de 1940, en que concluyó su gobierno, hasta el 19 de octubre de 1970, día en que falleció. Así, cuando consideraba que debía hacer manifestación pública sobre alguna cuestión, de acuerdo o en desacuerdo con la administración en turno, siempre lo hizo, y no recuerdo que en relación a los cambios en las políticas petroleras que se efectuaron en los 30 años que vivió como ex presidente, se haya expresado contrario a cualquiera de ellas.

Quisiera, en relación con estas ideas, transcribir lo esencial del contenido de una carta que Lázaro Cárdenas dirigiera a Jesús Reyes Heroles, fechada el 30 de marzo de 1968 ( Epistolario de Lázaro Cárdenas. Siglo XXI Editores. 1974. Páginas 91 a 93), que dice:

“Me considero impulsado a expresar a usted mi solidaridad ante las explicables, aunque injustificadas críticas que representativos del sector empresarial han publicado en relación a su importante informe del 18 de los corrientes, y en particular sobre las tesis por usted sustentadas respecto a los tradicionales inconformes con las crecientes actividades económicas de los estados republicanos modernos (…)

“A la vez, expreso a usted mi firme simpatía personal por la conceptuosa y firme defensa que hizo en su informe de las atribuciones públicas del gobierno revolucionario, en relación a las responsabilidades del sector privado empresarial.

“La interdependencia de las relaciones sociales explica que es sólo un espejismo creer en la existencia autónoma de los capitalistas privados, que no son los únicos inventores de la ciencia y la técnica contemporáneas. Además, dadas las tendencias acumulativas de los grandes capitales privados y sus correlaciones con los monopolios internacionales, está en su origen y esencia acaparar y explotar riquezas naturales de los territorios ajenos, sobre todo de los recursos no renovables, agotándolas a la par que la fuerza humana de trabajo, logrando con ello cuantiosas utilidades. Más aún, al amparo de concesiones y privilegios, se forman estatutos de excepción extraterritorial violatorios de la soberanía. Es del dominio público que los consorcios petroleros han ejercido incentivos y presiones para desviar a la industria nacionalizada de sus objetivos iniciales e intrínsecos, al grado de que su economía ha sufrido la carga de compensaciones infladas, como las de la compañía El Águila, SA, que a su exagerada cuantía se agregó la del pago en moneda extranjera. No es inoportuno anotar que el espíritu nacionalista de la expropiación de 1938 y de la Reforma Constitucional de 9 de noviembre de 1940, no se respetaron plenamente: los contratos de exploración y explotación permitidos por la Ley Reglamentaria de 1941, se concedieron con participación en la producción del petróleo a empresas nacionales y extranjeras (afortunadamente ya se cancelaron los 18 contratos). El institucional reconocimiento de las concesiones confirmatorias facilitó indemnizaciones indebidamente autorizadas por la Ley Reglamentaria de 1958, mediante convenios privados sobre compensaciones a superficiarios, con la agravante circunstancia de que en las indemnizaciones se llegó a valorizar la potencialidad del subsuelo petrolífero, reivindicado por México desde la vigencia del artículo 27 constitucional.

“Muy certeras sus palabras del informe, de que ‘los hombres del gobierno son servidores y no negociantes. Deben convencerse que las tareas administrativas y la acción política se dirigen al servicio de la sociedad’ y de que ‘no dejemos por descuido, apetito o complicidad, que se transformen en utilidades individuales, que son utilidades de la nación’.

“Por lo anterior aplaudo tanto al criterio presidencial, que ‘señaló la conveniencia de sustituir la rentabilidad máxima de cada empresa, por la noción de la mayor eficacia global de las inversiones con fines sociales’, como a sus conceptos sobre que ‘la orientación fundamental de nuestra economía mixta consiste en el desarrollo por y para la independencia nacional, el bienestar social, las libertades espirituales y el perfeccionamiento democrático’ y de que se deben ‘de determinar las grandes directivas acordes con los fines perseguidos y lograr que los sectores público, social y privado de México actúen de conformidad con ellas’, dejando el sector privado de despilfarrar sus utilidades, eludir impuestos, evadir la legislación social, presionar la unidad laboral con sindicatos blancos y sin operar como mandaderos del capital extranjero.

“Esta advertencia de usted recoge el sentir general ante la creciente competencia del capital inversionista extranjero, que está minando nuestra autonomía económica al obtener máximos beneficios. Es tan peligrosa esta situación que los extranjeros ya se han apoderado del 60 por ciento de la industria de transformación desplazando a empresarios mexicanos y ocasionando que el comercio de exportación sufra las arbitrarias bajas de precios, en cambio de las alzas de los valores de importación.

Estoy seguro que seguirá usted con integridad doctrinaria y dinámica infatigable los postulados de la nacionalización de la industria petrolera mexicana, y que continuará superándola, mediante las reformas legales y administrativas conducentes, ya que esta industria no es únicamente factor básico del desarrollo de la industria nacional, sino de la autonomía económica y política del país (…).

En fin, creo que resulta oportuno reflexionar sobre lo que expresara Lázaro Cárdenas 30 años después de la expropiación.

Subrayado de C. Cárdenas

Los planes de Peña Nieto de privatización de Pemex: para abrir boca

Recibí de un estimado amigo tres textos relacionados con Pemex y ciertamente, con la batalla política y mediática que se avecina en torno a la paraestatal. La lectura de los mismos me incitó a hacer a comentarios en mails y en las redes y  he decidido presentarlos compactados en este blog.

El primero que trataré es uno de Emilio Lozoya Austin, nuevo director general de Pemex. El discurso pronunciado por él ante los trabajadores de Pemex se puede encontrar aquí: http://www.pemex.com/index.cfm?action=news&sectionid=8&catid=42&contentid=27767

Me concentraré, de entre los contenidos de este texto, únicamente en los cinco puntos estratégicos que de acuerdo con el director general son el futuro de Pemex.

El discurso recicla cuestiones ya tratadas con anterioridad, luego entonces no propone soluciones novedosas.

Veamos de inicio, sus puntos primero y tercero (tomados practicamente de documentos de la época de Ernesto Zedillo), por el conflicto que se da entre los mismos.

«Primero. A dirigir nuestras inversiones a aquellas actividades que generen el mayor valor agregado. Debemos procurar que los esfuerzos, al igual que los recursos materiales y humanos, se dirijan a las áreas que resulten más sustentables para nuestra empresa.»

«Tercero. Buscar que en el desarrollo de proyectos se beneficie a la industria nacional, por medio de la integración de cadenas productivas que tengan metas precisas en el contenido nacional.»

Mi comentario es breve: el tercero contiene una visión de largo plazo (implica fortalecer la refinación y resucitar la petroquímica en México), pero el primero es absolutamente inmediatista (implica dedicarse a perforar a la mayor velocidad posible y vender petróleo crudo). El tercero, en su choque versus criterios como el expresado en el primero, ha sido desplazado fuertemente, con la consiguiente pérdida de capital humano y de empleos, durante los últimos 25 años.

———————

Vayamos al punto segundo:

«Al mismo tiempo que es necesario potenciar nuestros recursos mediante la asociación con el sector privado, es importante que nos quede claro que, hoy en día, los recursos públicos ya no son suficientes para hacer crecer a las distintas empresas del Estado.»

Que quede claro, más bien, que la falta de recursos para reinversión es por no cobrar impuestos a los ricos y que seguir este curso es una mala decisión estratégica. La alternativa es efectivamente hacer que los grandes empresarios privados paguen sus impuestos y estos recursos se inviertan en Pemex. Hay mucha gente, entre ellos buena parte de los que están al frente del gobierno, que por estudiar en Estados Unidos adquiere pésima formación: una visión limitada, hipócrita (en tanto que intuyen estar actuando mal y lo disimulan) y entreguista (buenas comisiones y ofertas de empleo se llevan con sus acciones desnacionalizantes). Desde luego, prefieren dejar entrar al capitalista extranjero que poner a sudar tantito a la oligarquía nacional por la vía fiscal.

——————–

No veo inconveniente teórico en cuanto a los puntos 4 y 5, pero ¿que ocurrirá en los hechos?

«Cuarto. Desarrollar una visión de futuro, como ya lo comentaba nuestro secretario de Energía, persiga la sustentabilidad

Otra gran hipocresía. La técnica de fracking que se anuncia para explotar los esquistos es todo menos sustentable. Por cierto, hace algunos años, sustentabilidad era un criterio ecológico. Los piratas ideológicos del capitalismo lo han convertido en un criterio económico más.

y

«Quinto: Enfatizar la ética corporativa y la responsabilidad social de nuestra empresa.»

Reto a Lozoya a cumplir con su responsabilidad social en los hechos, desde luego en términos sociales y ambientales, pero también en términos laborales, en particular hacia los mandos medios de Pemex, chivos expiatorios de todo accidente que ocurre en la empresa.

———————————

El siguiente texto es del Dr. Lorenzo Meyer, denominado “Petróleo, la batalla que viene” que se puede consultar aquí:  http://yucatan.com.mx/editoriales/petroleo-la-batalla-que-viene

Un texto interesante, bastante completo, con enfoque habitual del investigador, sacar enseñanzas y conclusiones de la historia y agregar reflexiones sobre la situación del momento. Un error de apreciación de Meyer radica en sostener que la reforma de Peña Nieto será «motivo para que fuertes intereses económicos y políticos busquen aprovechar la coyuntura». En realidad, fueron  esos intereses los que provocaron dicha coyuntura, al igual que en el caso de la reforma energética 2008. Para ser precisos no se trata de una coyuntura, sino de un plan de acción de parte de la oligarquía internacional y mexicana, donde cada presidente, al menos desde Salinas, tiene la tarea de impulsar acciones para la progresiva privatización del gigante.

Por otra parte, si Pemex, como dice Meyer, nació para encarnar la voluntad de México de superar la dependencia histórica y ser capaz de manejar como nación por sí misma y con éxito, incluso las etapas más complejas de su economía, eso pasa, pese a la crítica del autor, por su inevitable contribución al gasto público vía Hacienda, eso sí, con la consiguiente adicción de ésta a la venta acelerada del oro negro. Ahora, dado que la vía para superar la dependencia histórica no puede ser la creación de empleo, como lo planteaba entre otras cosas el cardenismo (aunque hoy día Pemex sirva de agencia de colocación no para la clase trabajadora, sino para diversos juniors de la oligarquía),  entonces, a Meyer le faltaría agregar, más allá del pegajoso financiamiento del gasto publico, que el  cumplimiento del reto que él mismo le pone a Pemex (y que él destila del análisis de la función histórica de Pemex), es por la vía de la ampliación de la planta industrial y resucitar las cadenas operativas y el desarrollo tecnológico. Fuera de eso, considero que el texto es, como he mencionado, un análisis bastante bueno de la situación de la industria petrolera y un planteamiento de objetivos en beneficio de los mexicanos.

————————————–

El último es probablemente el menos trascendente, pero cuya publicación en forma casi simultánea con el de Meyer y el de Lozoya muestra que en efecto, los contendientes por Pemex están todos velando y afilando armas. Se trata de un texto de Manuel Clouthier Jr.  que se puede leer aquí: http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2012/11/61312.php

Discute la situación financiera, abonando  al (y mereciendo la misma respuesta que el) planteamiento de Lozoya respecto de la supuesta necesidad de inversión privada. Se recicla la discusión del 2008 y las razones esgrimidas por  los contendientes no han cambiado, siendo que en realidad, sin la intervención de capital privado la salud de Pemex ha mejorado desde entonces. ¿Porque entonces la privatización? Porque representa buenos negocios para algunos

Aunque el texto tiene sus virtudes, salta a la vista la falta de seriedad de conceptos de Clouthier cuando después de despreciar a Lázaro  Cárdenas y el concepto de soberanía, pasa a defender a Pemex como un asunto de «orgullo» nacional, concepto completamente fútil y en todo caso subsidiario al de soberanía. Para los trasnochados neoliberales que alegan que la soberanía en el tema energético es irrelevante, van algunos ejemplos, nada lejanos en tiempo y/o lugar, de lo contrario:

  • En 1985, Shell impulsó un golpe de estado exitoso en Nigeria porque el gobierno no apoyaba sus negocios en el país.
  • En tiempos de Zedillo se decía en documentos oficiales : “En el ámbito mundial, la mayoría de las industrias del petróleo y del gas son privadas y se dedican a toda la gama de actividades: exploración y desarrollo de campos, producción, transporte por medio de ductos y otros medios, co-participación en la elaboración de productos refinados, infraestructura de gas y comercialización de hidrocarburos.” Ya para 2010, estos conceptos habían envejecido: el 75% de la producción de crudo estaba en manos de empresa gubernamentales. La voltereta se dio en 2006 y 2007, con Rusia revocando permisos o participaciones a empresas privadas en gas y crudo, y Ecuador y Bolivia realizando nacionalizaciones. Adicionalmente, en 2012, Argentina recuperó el dominio de su producción petrolera de manos de Repsol.
  • En 2005, el congreso de Estados Unidos intervino para impedir la compra, a precios de hecho superiores a los que oferentes locales ponían, de la petrolera estadunidense UNOCAL por la petrolera china CNOOC. En materia de soberanía, los estadunidenses no se chupan el dedo, pero andan promoviendo que para todos los demás países, la soberanía es un concepto irrelevante.

Muy recomendable en este sentido y para vacunarse contra esos intentos, es volver a ver y escuchar el discurso de expropiación de la industria petrolera en México, precisamente de Lázaro Cárdenas, donde el mismo da detalles sobre la forma en que las petroleras buscaban desestabilizar al gobierno mexicano: http://www.youtube.com/watch?v=zCAmbFipXC4

Visto el caso de Nigeria, queda claro que algunas realidades no cambian.