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LOS TECNICOS Y PROFESIONISTAS PETROLEROS Y LA REFORMA ENERGETICA

Hola amigos, tengo el honor de compartirles el texto de un pensador de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), Arq. Carlos Martínez Tafoya, acerca de los orígenes y alcances deseados de la misma UNTyPP.

LOS TECNICOS Y PROFESIONISTAS PETROLEROS Y LA REFORMA ENERGETICA.

 

“La profesión es una función natural e indispensable

para el normal desarrollo del organismo social, con

la peculiaridad de que es una función de “alto nivel”

imposible de reemplazar y, por consiguiente, decisiva

para la subsistencia y estabilidad de ese organismo

humano”.

Prólogo.

Independientemente de los lineamientos que al final siga la reforma energética en Petróleos Mexicanos, sea esta Constitucional o sólo una reforma a la legislación secundaria, su modernización pasa por la revisión integral de las relaciones laborales que han propiciado el descenso en la productividad y competitividad de la otrora paraestatal ampliamente reconocida a nivel mundial.

Para mantener la rectoría del Estado sobre la más importante empresa estratégica del país, su capital humano debe echar raíces para reconstruirse como el pilar fundamental en torno del cual se pertrechen las mejores prácticas de eficiencia, productividad, competitividad y la coloquen en un nivel de clase mundial. Para ello se debe iniciar una nueva era en las relaciones laborales que revalore la experiencia y el perfil de cada uno de sus trabajadores para aprovechar todo su potencial y trasladarlo a las nuevas generaciones; esto representa una frontera entre el ayer y lo que debe hacer el Pemex de hoy para construir un México con capacidad de enfrentar los desafíos del Siglo XXI.

El presente es un estudio que a juicio nuestro es el sector del personal de Pemex más vulnerable pero que al mismo tiempo es el sector clave para la modernización de la industria petrolera mexicana: los Técnicos y Profesionistas Petroleros.

Antecedentes.

Desde que nace Petróleos Mexicanos (PEMEX) cómo una empresa paraestatal sus Técnicos y Profesionistas Petroleros (TyPP) recurrentemente representaron un punto de fricción entre la Administración de la  empresa y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Para quienes eran TyPP, su condición “de confianza” los hacía vulnerables a un sentimiento de inestabilidad y desvalorización. Los consabidos cambios sexenales en los cuadros de dirección podían acarrear movilización o aislamiento, pero también más trabajo que no era pagado ni con las prerrogativas que tenían los funcionarios verdaderamente de confianza, los representantes directos de la gerencia, ni con los salarios garantizados por el sindicato. Era una especie de capa profesional intermedia,  “sándwich”, entre la gerencia y los trabajadores sindicalizados: “ni soy de aquí ni soy de allá”, en alusión tanto a su posición en el trabajo como a sus recompensas.

El aparente prestigio del puesto para los TyPP no tenía su correlato en condiciones de vida y de trabajo superiores a las de los trabajadores calificados sindicalizados ni, con las facilidades de los altos funcionarios, también profesionistas. Sujetos a arbitrariedades como los traslados imprevistos y por tiempo indefinido a lugares distintos y distantes, malas condiciones de trabajo, malos tratos y despidos injustificados. “La confianza” era en realidad ejercida por la administración de PEMEX en su trato con los profesionistas que podían ser movilizados a discreción por su falta de ataduras contractuales y sindicales.

La mayoría de los TyPP no son personal de confianza en el sentido estricto que marca la Ley laboral. La calidad de “confianza” depende de la naturaleza de las funciones que se desempeñan que son: de dirección, inspección, vigilancia y fiscalización como representación directa del patrón. Y estas funciones con carácter general han sido tradicionalmente atribuciones de los directores y sus representantes directos como los subdirectores, gerentes y superintendentes y no del personal subordinado a sus directrices.

Varios ingenieros provenientes del Instituto Politécnico Nacional y de la Universidad Autónoma de México comenzaron a intentar la organización sindical desde 1968 y a partir de la actualización de la Ley Federal del Trabajo que se hizo en 1970, por una parte, transformó la noción de sindicato único en las empresas al aceptar, en nombre de la libertad sindical, “la sindicación plural que significa que en cada empresa o rama industrial o gremio, pueden formarse varios sindicatos”, fue que se formó el Sindicato de Profesionistas, Técnicos y Similares al Servicio de Petróleos Mexicanos. Esta primera organización sindical nunca fue reconocida por las autoridades del trabajo y fue declarada ilegal, no obstante que se amparaba jurídicamente en la actualización de la Ley Federal del Trabajo.

La legalización de este sindicato independiente no prosperó por la vía jurídica y continuaron las gestiones y presiones de los TyPP hasta que el entonces Presidente de México Luis Echeverría, el 18 de marzo de 1973, conmemorando un aniversario más de la expropiación petrolera, hace el anuncio de que los TyPP. se sindicalizarían dentro del STPRM. Esto, desde luego se  consideró un triunfo para los TyPP que pugnaban por ingresar al régimen sindical, pero también una derrota para las posiciones que dentro del sector pugnaban por un sindicalismo independiente, es decir, fuera de los cauces oficiales y estatales.

Para el aparato de Estado y sus aliados tener dos sindicatos en PEMEX resultaba un peligro, especialmente porque los TyPP llegaban al STPRM con ideas democráticas, con una politización de raíz universitaria que practicaban una participación abierta, apartidista y con calificaciones superiores al promedio de los obreros petroleros. Su control sería más sencillo si los absorbía un sindicato de lealtad probada que ya sabría como entibiar, enfriar y erradicar las posiciones avanzadas.

En 1974 la administración de Pemex pasó  a 1500 TyP a régimen sindical (dentro del STPRM) sin estar muy convencida. Y aquellos ingenieros que le veían más bondades al sindicalismo independiente, creyeron encontrar la solución cuando se enteraron que existía desde 1947 la Unión de Profesionistas y Técnicos al Servicio de las Industrias de México, creada por un grupo de médicos logrando formar la sección PEMEX de la Unión el 20 de febrero de 1974.

Así, los TyPP,  elaboran su proyecto de Contrato Colectivo de Trabajo y un pliego petitorio con las siguientes demandas: a. contratación definitiva para los trabajadores transitorios; b. reclasificación y retabulación de plazas; c. aumento salarial; d. cese de la represión; e. reinstalación de activistas despedidos, y, lo más importante para nuestra nación, se pedía la solución a los siguientes problemas:

  1. Exploración insuficiente
  2. La intervención de compañías extranjeras.
  3. Las decisiones inadecuadas sobre la ubicación de las instalaciones que originaban gastos innecesarios.
  4. La compra de equipo, también inadecuado.
  5. El derroche presupuestal.
  6. La realización de contratos innecesarios con particulares.
  7. El burocratismo en la compra de refacciones y equipo y,
  8. La explotación irracional de las reservas.

El proyecto de Contrato Colectivo demandaba la necesidad de reorganizar la empresa tanto técnica como administrativamente, cosa que no gustó ni a la administración ni al STPRM. Por un lado la crítica desacreditaba tanto a la empresa como al sindicato y, en este último, el temor por las consecuencias de la incorporación de sujetos con formación intelectual universitaria crecía, pensarían que esto les permitía a los TyPP tener una visión más amplia del complejo productivo del petróleo y, por tanto, podrían acceder más fácilmente al control de los estratos subordinados en la producción.

“Esta idea era producto de una posición típicamente anti-intelectual que identificaba a los profesionales con la dirigencia empresarial. Además, la calidad de los TyPP como intelectuales universitarios capaces de criticar las políticas petroleras por sus mayores conocimientos teóricos y prácticos y su cercanía con los resultados de la gestión  empresarial, les permitiría asesorar a la dirigencia del STPRM en cuestiones que hasta entonces ignoraban, pero también hacer la denuncia de la corrupción sindical con lo que sus cargos de funcionarios sindicales podrían verse amenazados si a los TyPP se les permitía desplegar una autonomía en la acción sindical”. “También es una posición anti-intelectual pero por motivos distintos: aquí los intelectuales son vistos como seres capaces de descubrir la esencia pro-oligarca del liderazgo sindical que hace causa común con la empresa”.

Como se puede ver, los TyPP han conformado durante todos esos años un estrato de trabajadores muy especial si se les compara con los obreros tradicionales manuales en la producción. Aunque no tienen el mando ni el control de las decisiones  gerenciales, su trabajo calificado y profesional, producto tanto de su formación universitaria y/o politécnica como de su experiencia en la industria, se vinculaba directamente al diseño de la producción petrolera.

Los diversos ingenieros se ubicaban en áreas donde se planificaba, se exploraba, se explotaba, se construían y conservaban obras, se mantenían equipos e instalaciones y se detectaban los efectos de la industria sobre las personas y la naturaleza. También los TyPP trabajaban en áreas donde se administraban las decisiones sobre el destino final del producto. La variedad de trabajos donde desarrollaban su capacidad técnica les permitió varias cosas: conocer a fondo la manera en que funcionan los procesos de trabajo y el comportamiento de la industria en cuanto a su administración. Su papel intermedio entre la gerencia y la masa de obreros en términos de realización de órdenes de trabajo de distintas calidades, los ha hecho valorar su papel técnico como cuadros profesionales necesarios en la producción junto con el que desarrollan los obreros manuales con la idea más de un trabajo en equipo que de labores separadas por jerarquías insalvables, lo que es más visible en áreas como la exploración y la explotación, donde las áreas son muy cercanas, incluso físicamente. Esta valoración les ha facilitado, a unos TyPP más que a otros, concebir su trabajo en la industria con los obreros en la producción directa más como comandantes de aviación y sus equipos que como comandantes de infantería y sus soldados. Aunque como personal sindicalizado los TyPP tienen vedada la entrada a los departamentos donde se realizan las más altas decisiones gerenciales de política de la empresa, como las de finanzas y comercio exterior, el resto de áreas que si conocen les ha dado un conocimiento Técnico del desarrollo de los trabajos en PEMEX como industria integrada, en el sentido de que lleva a cabo directamente las actividades de prospección petrolera, perforación, producción de hidrocarburos, recolección y transporte de crudo y gas, refinación, petroquímica básica, distribución y venta de petróleo crudo, gas natural y productos procesados.

“Los TyPP no ascendíamos a puestos de mayor responsabilidad por nuestros méritos y capacidad profesional, sino por la voluntad de los altos funcionarios administrativos, a quienes no les convenía el ascenso de técnicos sindicalizados porque la administración se modificaría  y resultarían afectados sus intereses; le convenía más encumbrar a la gente que se alineara a sus propósitos, se suponía que someten a concurso los proyectos de las obras, pero, es un secreto a voces que los funcionarios tenían prestanombres, sino es que familiares, en las compañías contratistas que presentan sus planes y propuestas; ellos mismos propician una dependencia tecnológica del extranjero en los campos de ingeniería básica, y directamente en las instalaciones de PEMEX, renglones en los que es grande la influencia de las empresas transnacionales.”

Ante esto y después de una larga lucha se logró, a través de un convenio firmado entre la Administración y los TyPP en la STPS, el cual fue elevado a laudo presidencial el 17 de marzo de 1976, pasaran a régimen sindical entre 3000 y 4000 profesionistas estableciendo la obligación de revisar las cláusulas 3 y 7 del Contrato Colectivo de Trabajo. A partir de aquí estuvimos sindicalizados formando la Rama de TyPP dentro del STPRM para vivir los tiempos en que fue anunciado el “Boom petrolero” por José López Portillo: [“habría que prepararse para la administración de la riqueza nacional” dijo. Al tiempo que el secretario de energía de E.U. siendo presidente James Carter (1976-1980) proclamaba en las élites de su país ““No podemos tolerar que exista un Japón al sur de nuestra frontera”.]

En estas circunstancias, TyPP a mediados del año 1981 formalizamos, en un Programa General de Lucha, los objetivos que dieron contenido más permanente al movimiento sindical democrático. Este programa ideado por la dirigencia del movimiento de TyPP de aquel entonces, se discutió y modificó a nivel de base en juntas departamentales y, posteriormente, se aprobó por unanimidad en el mes de agosto en asamblea general.

  • “Las orientaciones fundamentales incluyen la búsqueda por afianzar las conquistas logradas y hacerlas extensivas a los trabajadores en general; el incremento de las percepciones y prestaciones de los asalariados para elevar su nivel de vida; la promoción de la capacitación y superación profesional de los miembros del sector; la erradicación de la corrupción en todas sus formas tanto dentro de Pemex como al interior del sindicato; la desaparición del contratismo en Pemex buscando un desarrollo más sano de la industria petrolera nacional; la conducción de la industria petrolera por sus trabajadores, reforzando su intervención directa; el reconocimiento sindical y laboral de los trabajadores transitorios; la protección del medio ambiente y el mejoramiento social de los sitios donde se desarrolla la industria y el fortalecimiento de los TyPP y del sindicato nacional haciendo prevalecer los métodos democráticos y buscando que los beneficios y utilidades que reporta la industria petrolera se distribuyan en función de las necesidades de los trabajadores mexicanos.”

Hubo avances y retrocesos en toda la década de los 80´s: se logró estabilidad laboral y recategorización de plazas de los TyPP, otorgando un buen número de nuevas plazas a profesionistas transitorios y conquistando también, un buen número de puestos de confianza pasándolos a régimen  sindicalizado. La aplicación y fortalecimiento de los escalafones de las diferentes profesiones se hicieron realidad, el entusiasmo democratizador promovió con amplitud la participación de los TyPP en asambleas departamentales y generales. Los retrocesos para los TyPP fueron auspiciados principalmente por la “tecnocracia” surgida de las universidades norteamericanas y que junto con Miguel de la Madrid arriban a la Administración de PEMEX y empiezan a generar una gran cantidad de puestos de confianza entre gerencias y direcciones de carácter administrativo y a frenar la ampliación de plazas para las profesiones de ingeniería y tecnología aplicada.

Golpe aniquilador, casi mortal,  al proyecto sindical de los TyPP lo impulsó Carlos Salinas de Gortari. Después de descabezar al STPRM el 10 de enero de 1989, sustituyó a Joaquín Hernández Galicia por Sebastián Guzmán Cabrera y anuncia por boca de éste: “habrá despidos en PEMEX y los TyPP de todo el sistema serán regresados a su antigua calidad de [trabajadores de confianza]; además, el CCT será reajustado con un considerable ahorro para la empresa”. Los TyPP pasan a régimen de confianza con mejores sueldos pero con menos prestaciones y lo más importante: pierden la estabilidad laboral.

Acallados la gran mayoría de los TyPP, se acelera el desmantelamiento de la Ingeniería despidiendo y jubilando a miles de Ingenieros y jubilados y se profundiza la participación privada en las áreas que expresamente la Constitución Mexicana reserva al Estado Mexicano. Sin embargo, las ideas democratizadoras siguen ahí, en las mentes de los TyPP quienes esperarán una mejor coyuntura que permita la emergencia de nuevos proyectos alternativos a la situación actual.

Los años recientes

De 1994 hasta 2003, los TyPP hemos dado la lucha con  4 intentos para revivir nuestro sindicato a nivel nacional para poder ejercer nuestro derecho a organizarnos. Todos ellos fueron saboteados con acciones ilegales, violencia, amenazas y chantajes, en una labor coordinada por parte de la STPS y la Administración de PEMEX, violando la Constitución Mexicana, la Ley Federal del Trabajo, los Convenios 87, 98 y 135 de la Organización Internacional del Trabajo y la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (misma que fue ratificada por México en 1986), causando en el proceso un grave daño patrimonial a la empresa al despedir personal con muchos años de experiencia.

Los TPP contra viento y marea, el 18 de marzo de 2008, constituimos La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP). El 29 de abril siguiente solicitamos ante la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) nuestro registro. La Administración de Pemex y la STPS, trabajando en equipo, intentaron frenarnos. En agosto de 2008 comenzaron las amenazas a nuestro primer secretario general, el Ing. Didier Marquina. Su negativa a rendirse ante dichas amenazas llevó a la Administración de Pemex a preparar, junto con la Secretaría del Trabajo, un detallado operativo en plazas petroleras a lo largo de toda  la república.

El 14 de noviembre de 2008 fueron desalojados de sus centros de trabajo 39 compañeros, incluyendo todos los integrantes, menos uno, del Comité Ejecutivo Nacional. En todos los casos, los funcionarios de recursos humanos encargados del desalojo iban acompañados de las fuerzas especiales que operan  en todas las instalaciones de Petróleos Mexicanos, las cuales están dirigidas por militares en retiro. Los guardias iban armados, en algunos casos con armas de uso exclusivo del ejército. El desalojo se llevó a cabo con lujo de fuerza. En ningún caso se proporcionó fecha y causa o causas de la rescisión, como lo exige el Artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo.

En las semanas que siguieron, La Administración  presionó, amenazó y humilló a decenas de compañeros, algunos activos y otros que quedaron fuera de la empresa, para obligarlos a renunciar a la UNTyPP a cambio de sus puestos de trabajo. Al padre de un trabajador recién afectado por el desalojo, le negó el servicio médico, causándole la muerte. Dos trabajadores hospitalizados fueron obligados a firmar sus renuncias al sindicato desde sus camas de hospital, con la oferta de una jubilación, pero acompañada del chantaje gravísimo de retirarles el servicio médico necesario a causa de su enfermedad. En un caso especialmente grotesco, llevaron en camilla a un trabajador a Conciliación y Arbitraje para que éste estampara su firma renunciando a una solicitud de amparo relacionada con la UNTyPP. Mientras tanto, la STPS fue generando chicanas al proceso de registro y  cuando consideró que el número de renuncias era suficiente, se negó, el 19 de diciembre de 2009, a otorgar el mismo. Iniciamos entonces la defensa legal de nuestros derechos. El 15 de enero promovimos ante el Juzgado de Distrito en Materia de Trabajo, un amparo reclamando el reconocimiento del registro.

El 2 de julio, recibimos de la Jueza Primera de Distrito en Materia de Trabajo la resolución de que era procedente el registro de la UNTyPP. La Jueza ordenó a la STPS darnos el registro, señalando que el derecho de asociación y libertad sindical son derechos fundamentales reconocidos en nuestra constitución, como una garantía social. La STPS solicitó la revisión a este ordenamiento, pero el 30 de noviembre de 2009, el Décimo Cuarto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo, ratificó el amparo otorgado a la UNTyPP. La STPS maniobró de nuevo para ignorar a la Jueza y ya bajo la amenaza de desacato por parte de la misma, nos dio el número de registro 5878.

Sin embargo, la empresa, en franco desafío al estado de derecho, inició una nueva escalada de represión, despidos y chantaje a los miembros de la UNTYPP, despidiendo a lo largo de 3 meses a otros 15 técnicos y profesionistas de ambos sexos, de nueva cuenta con violencia y añadiendo ahora injurias personales destinadas a intimidar a los testigos de esta acción. Varios de los desalojados incluían funcionarios de la UNTyPP que acababan de iniciar exitosas campañas de afiliación así como al último miembro del CEN que se encontraba todavía en activo. Se vio que el registro de un sindicato no significaba nada en este país y que en la actualidad sigue prevaleciendo la cultura del despotismo y la intimidación.

Actualmente la UNTyPP cuenta con 927 afiliados pero la administración de PEMEX sigue obstaculizando el reconocimiento y desarrollo de nuestra organización sindical.

Conclusiones.

Al repasar los aspectos de la vida de TyPP junto con la que hemos vivido en las últimas tres décadas concluimos que una verdadera Reforma Energética debe definir nuevo marco regulatorio para  completar las formas de contratación del personal adscrito a PEMEX, por ser ésta empresa un pilar estructural estratégico de la economía del país.

Como lo hemos visto y vivido, las formas de contratación de trabajadores de planta en PEMEX no han variado desde que se nacionalizó la industria petrolera, siguen siendo sólo son dos:

Trabajadores de Confianza————Contrato Individual de Trabajo CIT (REGLAMENTO DE TRABAJO DEL PERSONAL DE CONFIANZA)

Trabajadores Manuales Sindicalizados————————-Contrato Colectivo de Trabajo CCT (FIRMADO CON EL STPRM)

Falta una tercera forma de contratación que es la que corresponde a los mandos medios, que ni son Trabajadores de Confianza y tampoco Trabajadores Manuales Sindicalizados; esto es, la que corresponde a la mayoría de los Técnicos y Profesionistas Petroleros, con la cual el esquema quedará así:

  • Trabajadores de Confianza————————————————–Contrato Individual de Trabajo CIT
  • Técnicos y Profesionistas—————————————Contrato Colectivo de Técnicos y Profesionistas Petroleros CCTyPP
  • Trabajadores Manuales Sindicalizados————————————Contrato Colectivo de Trabajo CCT

Esta nueva forma de contratación al segmento de los mandos medios permitirá avanzar en mucho de lo que no pudo la Secretaría de la Función Pública y otros organismos encargados del Servicio Profesional de Carrera, la  Transparencia, la Rendición de Cuentas y el  Combate a la Corrupción. Sólo debemos valorar correctamente que Los diversos ingenieros se ubican en áreas donde se planifica, se explora, se explota, se construyen y conservan obras, se mantienen equipos e instalaciones y se detectan los efectos de la industria sobre las personas y la naturaleza. También los TyPP trabajan en áreas donde se administran las decisiones sobre el destino final del producto.

Finalmente, tengamos en consideración estas palabras de John M. Ackerman referidas al proceso que viven hoy los maestros de Oaxaca y Guerrero en respuesta a la Reforma Educativa. Palabras que ilustran muy bien lo que ya no queremos que pase en PEMEX.

  • “La historia nos ha demostrado que, sin una amplia participación social, los esfuerzos de profesionalización de servidores públicos y de construcción de organismos autónomos no hacen más que recubrir y legitimar las prácticas corruptas de siempre. La fallida aplicación del Servicio Profesional de Carrera es un excelente botón de muestra. Este 10 de abril la ley federal en la materia cumple 10 años, sin haber generado condiciones para una verdadera profesionalización del gobierno federal. Vicente Fox, Felipe Calderón y cada uno de los grises políticos designados como secretarios de la Función Pública encontraron una variedad de maneras para soslayar la ley por medio de reglamentos y acuerdos que garantizaban la celebración de concursos de oposición a modo y la colocación de miles de puestos fuera del alcance de la norma. No existe un solo experto en la materia que celebre la manera en que se ha aplicado esta ley que, en su momento, fue presumida por los gobiernos panistas como una gran contribución a la democratización del país.”
  • “Nuestro sistema educativo [petrolero, diríamos en PEMEX] no debe apuntar a formar obreros obedientes listos para vender a precio de remate su mano de obra a la oligarquía nacional y el capital internacional, sino a generar ciudadanos críticos que buscan participar plenamente en las decisiones políticas nacionales y luchar por la justicia social. Defendamos nuestro derecho a una educación verdaderamente de calidad.”

Propuesta.

Definir nuevo marco regulatorio que optimice las relaciones entre Personal Directivo de Confianza, Mandos Medios (Técnicos y Profesionistas Petroleros) y Manual-Operativo.

  • Reformar la Ley Reglamentaria del Art. 123 y las que sean necesarias a efecto de legalizar el Contrato Colectivo de Técnicos y Profesionistas Petroleros (CCTyPP), para con ello cimentar el espacio democrático libre de acoso que permita el despliegue profesional crítico, sin dogmas de uno ni otro lado, de este sector al mandato del Estado en materia de hidrocarburos.
  • A través de este Contrato Colectivo se debe garantizar a los TyPP la estabilidad laboral que permita  desarrollar un auténtico Servicio Profesional de Carrera que a su vez cambie el sistema de conocimiento, el flujo de información, abierta al escrutinio ciudadano y a la rendición de cuentas ,  la educación y la transparencia; dejando atrás los obsoletos candados que sólo limitan los derechos de la mayoría de los profesionistas, y, con ello, se fortalezca la rectoría del Estado sobre la principal  industria estratégica del país.
  • Debe buscarse que el sector de los TyPP se convierta en el pilar encargado de llevar el conocimiento, la investigación y la experiencia acumulada a las nuevas capas de técnicos y profesionales que ingresen a la paraestatal, trascendiendo los cambios sexenales y la ideología o partido de quienes arriben a la dirección gubernamental del país.
  • La búsqueda del equilibrio contractual entre los 3 sectores que conforman el personal de la empresa debe llevarse a cabo en dos vertientes; 1.-, entre la verticalidad directiva del personal de confianza y la horizontalidad democrática de la UNTyPP y 2.-, entre esa misma verticalidad directiva del personal de confianza y la gran masa mayoritaria del STPRM.

21 Junio 2013