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El Informe de Responsabilidad Social 2010 de Pemex (publicado en 2011)

¿Qué es la responsabilidad social empresarial? Quizá un requisito indispensable, aunque no una garantía, de que la humanidad mejore su sino.  Algo a ponerse en práctica empresa por empresa, a escala planetaria.
Abarca múltiples aspectos que tienen que ver con la sustentabilidad del medio ambiente, pero también con la ética en la actuación empresarial, la relación con empleados, proveedores, competidores, autoridades, consumidores, la comunidad en donde se encuentra enclavada una instalación empresarial y muchos etc. Es decir, abarca la relación con todas las partes interesadas, los acreedores como dicen algunos, o “stakeholders” como dicen en inglés. Consiste, se dice, en encontrar el balance entre generar de utilidades y devolver a la sociedad y el entorno lo que estos le dan al empresario.
Muchas de las grandes transnacionales del mundo publican hoy día vistosos informes o reportes de responsabilidad social (RRS), con muchas y hermosas fotos a color, así como papel y tipografía de lujo. ¿Están por ello estas empresas cumpliendo con su responsabilidad social? No necesariamente, pues estos reportes han sido diversamente (des-)calificados como maquillaje verde o maquillaje social. Suelen contener algunas verdades a medias, muchas mentiras para mejorar la imagen de la corporación y sobre todo, muchas omisiones. A la vez, muchos de ellos, más que informes de actividades, son folletos de marketing.
¿Qué es lo que se hace en México? Hay algunos avances. Revisaremos por lo pronto lo que hace en la empresa más grande del país, Pemex, que es una referencia nacional importante para todos los terrenos de la actividad industrial. En tanto publican su Informe de Responsabilidad 2011, me voy a referir al Informe de Responsabilidad Social 2010
No solo revisaremos, sino que “calificaremos” el reporte. Es una pretensión, claro, y debe verse como un mero ejercicio. Sería muy difícil auditar toda la actividad de una empresa enorme como Pemex, pero lo que sí se puede hacer es confrontar lo dicho en el documento y en las páginas de internet de la empresa con su realidad pública, hasta donde alcance nuestra capacidad indagatoria. En todo caso, el ejercicio podrá servir para dar una idea de dónde anda Pemex o animar a otros a realizar su propio examen.
Inicia el RRS de Pemex con una carta del Director General de la empresa, proponiéndose
a) consolidar el liderazgo empresarial en el tema de responsabilidad social;
b) incorporar la captura y secuestro de carbono al esquema de financiamiento del mecanismo de desarrollo limpio y como parte de las estrategias de mitigación de las empresas;
c) incluir la reforestación y la deforestación evitada como instrumentos críticos para la mitigación y
d) reconocer explícitamente a la conservación de la biodiversidad y de los servicios ambientales como el eje central de los esfuerzos de adaptación.
Con respecto de a) Pemex se precia, como muchas de las grandes transnacionales, de ser líder en la materia, como podemos ver en esta liga. Esta otra muestra los contratos de responsabilidad social que la Subsidiaria de Pemex,  Pemex Exploración y Producción (PEP), reporta imponer a sus proveedores.
Algo es algo. Daremos 2 puntos a la empresa por ello.
Con respecto de b), captura del carbono: esta es una tecnología que Greenpeace considera desastrosa desde el punto de vista ambiental. Califica la promoción de sus virtudes ambientales como de un engaño. Son ya muchas las transnacionales, que promueven su uso, como por ejemplo Exxon o Alstom, pero ello no es de ninguna manera un certificado de la calidad de dicha técnica. Para no repetir aquí los argumentos de la organización ecologista, los invito a leer la siguiente liga.
Sin embargo, otra de las intenciones de Pemex es reducir la emisión de CO2 por medio de la optimización energética de sus plantas, y reporta cifras  en sus páginas que van en ese sentido. Por otro lado, Pemex reporta haber comprado derechos de contaminación por 40 toneladas a la comunidad Cooperativa AMBIO, una organización que parece seria. Pero no nos dice cuantas más tendría que comprar para compensar la huella de carbono total de la empresa. Dejaremos este inciso en nada para nadie, cero puntos.
Acerca de c) la reforestación: hay notas aquí y allá de acciones a las que suma Pemex en este sentido, en varios estados de la República. Por ejemplo Pemex plantó 2000 arbolitos en Veracruz (2010) y también hay actividades en el 2011. Siempre hará falta el análisis de un experto para valuar si esa reforestación se está haciendo correctamente. Por lo pronto, 1 punto.
Inciso d) Biodiversidad. Como ejemplo reciente de notas positivas sobre este tema, está la misma nota del diario La Prensa que ya referí en párrafos anteriores. Por el lado de reportes negativos, aquí pueden ver dos notas más. A este respecto, ciertamente la actividad de Pemex, como la de cualquier petrolera del mundo, es una amenaza ambiental. El caso más reciente de daño masivo al medio ambiente, de fama mundial, fue el de British Petroleum y el campo Macondo, en la aguas profundas del Golfo. Pero Pemex parece bastante activo haciendo labor en este tema, como informa en su páginas electrónicas. La actividad petrolera de por sí no es propicia para la biodiversidad, pero aparentemente hay un esfuerzo compensatorio de parte de la empresa. Sin embargo, no se nos proporciona información para valorar si este esfuerzo es suficiente. Pemex nos queda a deber un evaluación de su pasivo medio-ambiental. Lo dejamos en nada para nadie.
Sigue la carta poniendo objetivos:
a) Incorporación, en la evaluación de los proyectos de inversión, de las externalidades socio-ambientales generadas por la explotación petrolera; 0.5 puntos a favor de la petrolera por la intención de hacerlo. Otros puntos podrían darse con la publicación, que esperamos con ansia, de dicha evaluación de los proyectos de inversión en esos términos y muchos más, si esas evaluaciones quedan bien hechas.
b) adopción de políticas de cero crecimiento de la huella ecológica en el sector. Es un objetivo imposible para una petrolera, pero cualquier progreso en esa dirección es bueno. Abarca la contaminación de suelos, aguas y atmósfera. La empresa reporta estas actividades. 0.5 por ponerse metas elevadas pero se necesita más elementos para medir esfuerzo y credibilidad.
c) el impulso decidido a la tecnología de captura y secuestro de carbono. Ya hablamos de esto. Decididamente (-1) punto por querer engañar a la opinión pública, como nos hace ver Greenpeace.
d) el desarrollo seguro, confiable y oportuno de los enormes recursos de gas (aquí se refieren a campos de lutitas) para posicionarlo como el combustible de bajo contenido de carbono para la transición. ¡Uf!, (-2) por alevosía, ventaja y reiteración, ya que es un caso semejante a la captura de carbono. Como muchas otras empresas, Pemex vende daño ambiental como lo contrario, ya que la extracción de gas de lutitas es contaminante de aguas y subsuelo, aunque sea un hidrocarburo cuya combustión genere menos contaminación que el crudo. Además, la transición energética al uso de recursos renovables y limpios al 100% no debe de usarse como argumento, ya que nadie sabe cuanto tiempo tomará en ocurrir.
No es que esperemos que una petrolera no contamine. Eso es imposible. Es factible que a lo largo de los años, vaya disminuyendo la contaminación por barril producido. Lo malo es que Pemex nos quiera hacer creer que ha encontrado métodos de extracción «limpios».
Por lo pronto, 4 puntos positivos, 3 negativos, otorgados por la subjetiva pluma de un servidor. Seguiremos publicando esta revisión en futuras entregas del blog.